Motor económico, de empleo y protector del medioambiente que
asienta la población en el medio rural; es la defensa de la fiesta más allá de
la afición
Aunque en Andalucía no hay debate abierto sobre su prohibición, el
eco de la decisión del Parlamento catalán ha llegado a la comunidad de España
que celebra cada año mayor número de festejos taurinos de España. Mientras el
consejero de Gobernación y Justicia, Luis Pizarro, salía en defensa de la fiesta
calilficando de «error» la decisión catalana o el de Cultura anunciaba la
intención de crear un sello de identidad que permita identificar los lugares
señeros de la tauromaquia, los populares iban más lejos: presentarán una
proposición no de ley a favor de la fiesta de los toros y llevarán mociones a
todos los ayuntamientos.
Pero por encima de la defensa encendida
de las corridas de toros, la fiesta es un motor de economía que no sólo genera
empleo sino que además produce un gran negocio y da de comer a miles de
familias. Según la Junta de Andalucía en toda España este sector mueve 2.500
millones de euros y en Andalucía unos 500 millones. En cuanto al número de
empleos que supone, la fiesta nacional general entre 180.000 y 200.000 puestos
de trabajo directos.
La fiesta es un motor de empleo y de
riqueza y es un factor medioambiental importante. Andalucía es la
comunidad autónoma con mayor número de dehesas. Pero hay otro dato importante
que aporta el toro: el asentamiento de población en los pueblos donde existen
dehesas y ganaderías. Hay muchas personas trabajando en estas fincas dedicadas
a la cría y cuidado del toro y si no fuera por ese trabajo muchos de ellos
habrían emigrado a la ciudad. Criar a un toro es muy caro: durante cuatro años
vive como el rey de la dehesa, con un mayoral y muchas personas a su
cargo.
Por su parte Carlos Nüñez, presidente
de la Mesa del Toro, recuerda que la fiesta nacional es el segundo espectáculo
de masas en España por detrás del fútbol. Por ello insiste en que si se
suprimiera «desaparecería mucho empleo» ya que además del empleo directo también
hay mucho «inducido» como el del turismo que se produce en una localidad cada
vez que se celebra una corrida de toros. Núñez, admite también que las entradas
de toros son caras y lo achaca a los fuertes gravámenes que tienen. «Con
esos impuestos, uno de cada seis espectadores se los come la adminstración».
dice Núñez, recordando también lo costosa que es la cría del toro.
La crisis también golpea a este sector según Mundotoro
Desde que comenzó la recesión en el año 2007, en España se han celebrado alrededor de 350 festejos menos. En los años de bonanza, por estas fechas se ofrecían en torno a los 650 espectáculos taurinos; en el año 2012 la cifra ronda los 300, contribuyendo a un descenso de más del 50%. La oferta de novilladas se ha visto reducida en un 75% en nuestro país desde el año 2007 y de 82 festejos a 55 festejos esta temporada, siendo el tipo de espectáculo taurino más lastimado por la crisis actual. En contraste con España, la alternativa la ofrece Francia con una estabilidad abrumadora. Mientras que en el territorio español los festejos caen en picado, en el país vecino los números mantienen una constante.
A nivel mundial, casi 100 localidades han dejado de celebrar festejos, en concreto 92 plazas de toros. Otras ferias también han reducido sus abonos contribuyendo a un notable recorte. Las plazas más afectadas en el recorte son las de tercera categoría. En total 91 localidades de tercera categoría han dejado de celebrar festejos. Uno de los casos más significativos es el de Puerto Vallarta (México), que si bien el año pasado celebró 14 novilladas, este año el coso de La Paloma ha permanecido cerrado por las pérdidas económicas de los últimos años.
El mundo del toro no es siempre un negocio de millonarios. Los empresarios que regentan las principales plazas (Madrid, Sevilla, Valencia, Bilbao), y toreros como El Juli, José Tomás o Enriqie Ponce, representan tan sólo un pequeño grupo de afortunados que realmente gana dinero.
En España hay un total de 2.950 plazas de segunda y tercera categoría, y esto sin contar las plazas portátiles. La mayor parte de los espectáculos taurinos dependen de los pequeños empresarios que regentan estas plazas. Ellos son los que organizan las corridas, las novilladas y los rejoneos en todos los pueblos y pequeñas capitales de España. El volumen de negocio que manejan estos empresarios es mucho menor que el que se mueve en las grandes plazas, sin embargo, representan la mayoría del sector taurino.
Es un negocio poco rentable porque los gastos de un empresario taurino en una corrida en un pueblo oscilan entre los cincuenta y los sesenta mil euros. Los ayuntamientos suelen ofrecer una subvención de veinte mil euros como mucho para que las entradas no cuesten más de 20 euros. Teniendo en cuenta que las plazas no se llenan, los ingresos por la venta de entradas no superan los treinta mil euros. Es suficiente sumar y restar para comprender lo que supone, en las circunstancias actuales, y en estos espectáculos el gasto añadido de transportar e incinerar los toros.
Tus comentarios...
¿Qué opinas de la corrida? ¿Crees que se debería prohibir en el resto de España o por el contrario, que es parte de la cultura española y que supone un beneficio económico importante?
Las corridas de los toros son festejos que son motores de la economía que ayudan a muchas familias a sobrevivir porque son empleadas en ese sector. Es importante mencionar que este pequeño sector de la economía española se mueve 2.500 Euros al año. Los festivales no sólo son importantes para la economía sino también por razones culturales y tradicionales.Otra consecuencia es que hay una gran urbanización en España en estos momentos, porque no hay tantas personas que se quedan en el campo para encargarse de los toros. Ademas, los festejos proporcionan un importante bagaje cultural.
ResponderEliminarPor lo tanto, es una vergüenza que el número de las corridas en todo el mundo hunde constantemente.
En mi opinión si el número de festivales sigue hundiendo el mundo perdería mucha historia y tradiciones además de la pérdida económica enorme.
A pesar de que la corrida sea un espectáculo difundido in muchas partes del mundo (no solo en España sino también en Portugal, sur de la Francia y países hispanohablantes), no deja de ser un exhibición terrible.
ResponderEliminarLo que un extranjero (y muchos españoles también) no llega a entender es cómo se pueda disfrutar de la matanza de un animal que de verdad no ha hecho nada. Entiendo que el mundo de los toros pueda promover el desarrollo económico sobre todo en un momento tan grave de crisis come él de hoy, sin embargo pienso que es necesario abolir las corridas de toros propiamente dichas que finalizan con la muerte del animal.
Una opción podría ser la de mantener las novilladas que pueden constituir un espectáculo suficientemente encantador por un lado y una ayuda para la economía española por otro.
Las corridas españolas representan el arte español. Genera más de 150.000 puestos de trabajo en todo el país y forma parte de las tradiciones del país. La corrida es conocida en todo el mundo y el más grande torero José Tomás aparece como el emblema de este arte. De hecho, creo que la tradición española se manifiesta en la corrida de toros y el arte de matar al toro. Sin embargo, yo entiendo que este "arte" no es visto por todos de la misma manera. Muchas asociaciones trabajan contra la muerte y el sufrimiento de los animales. La ciudad de Nîmes (Francia) es conocida por albergar corridas pero también para todos los eventos y mas especialmente las manifestaciones durante el verano, y esto significa que toda la gente no ve eso como un arte.
ResponderEliminarEn mi opinión, la corrida en general es un evento esencial para salvar las tradiciones españolas. Creo que esta actividad no está suficientemente reconocido en España al nivel económico.
Para empezar, pienso que las corridas pertenecen a la cultura española.
ResponderEliminarPor eso, no deben ser prohibidas. De hecho, ellas existen desde mucho tiempo en España.
Sin embargo, es verdad que estas pueden ser consideradas como eventos un poco duros y violentos a causa de la muerte del toro por ejemplo.
Pero estas costumbres pertenecen a España y no me imagino España sin corridas.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLas corridas de toros son parte de la cultura española. Hecho de la industria taurina representa a más de 150.000 puestos de trabajo en todo el país, se puede hablar de una tradición española.
ResponderEliminarEl toreo es un espectáculo que se puede comparar con el art. Hay cientos de maneras de matar al toro.
Pero esta muestra de arte que no se ve de la misma manera por toda la población mundial. De hecho, los defensores de los animales están totalmente en contra de las corridas de toros, lo ven como un juego en el que sufre el toro. Además, las asociaciones, por ejemplo en Nîmes (Francia), miembros de la protesta en contra de este arte español.
A pesar de todos estos diferentes puntos de vista, creo que la tauromaquia debe ser un arte de tradiciones españolas, y debe tener una mayor importancia económica.