viernes, 30 de octubre de 2009

Los consumidores del norte de europa se quejan más que los del sur y el este


Viernes, 30 de Octubre de 2009
Eleconomista.es


Según datos de Eurostat MADRID, 27 (SERVIMEDIA) los ciudadanos de los países del norte y el centro de Europa presentan más quejas por motivos de consumo que los del este y el sur, con un nivel de reclamaciones varios puntos por encima de la media de la UE.
Según datos de Eurostat, durante 2008 el 16% de los ciudadanos europeos mayores de 15 años había presentado una queja formal ante sus vendedores o proveedores en los últimos 12 meses, ya fuera personalmente, de forma escrita o mediante el teléfono.
Sin embargo, En Estados como Holanda este porcentaje ascendió al 25%, mientras que en Alemania y Reino Unido supuso el 24% de la población.
Bulgaria, Letonia y Portugal presentaron en cambio porcentajes de reclamación formales muy por debajo de la media comunitaria, del 4 y del 5%, respectivamente.
En cuanto al grado de satisfacción, el 51% de los consumidores europeos que realizaron una queja formal en 2008 afirmaron sentirse satisfechos con la respuesta y el trato obtenidos. Los mejores resultados se registraron en Eslovaquia (80%); Eslovenia (73%), y la República Checa y Austria (ambas con un 68%).
El menor porcentaje de satisfechos se dio en Francia (30%), mientras que en Hungría y Letonia los descontentos fueron un 39%.
ESPAÑA SE QUEJA POCO
según Eurostat, los españoles presentamos menos quejas formales por motivos de consumo que la media de la UE a 27 (11% frente al 16%). Asimismo el grado de satisfacción para quienes reclamaron se situó en el 39%, uno de los más bajos de la Unión.
Italia, Francia, Chipre y Grecia presentan comportamientos de consumo muy similares a los de Espapa.
De hecho, el eurobarómetro revela que sólo un 11% de los franceses reclamaron a sus vendedores o proveedores durante 2008, algo que hicieron el 10% de los chipriotas y el 9% de los italianos y los griegos.

domingo, 25 de octubre de 2009

SEMANA DEL 23 AL 30

Esta semana no se publicará ningún artículo debido a los parciales. Tampoco para los del grupo 3 de comunicación.

sábado, 17 de octubre de 2009

El español se abre paso en los negocios

El español es un idioma que produce dinero y así lo perciben empresarios de 21 países en los que se hacen negocios en esta lengua, cuya demanda crece vigorosamente en naciones anglófonas como Estados Unidos.

Una herramienta financiera

"Se ha hecho una labor importante para recuperar el español como herramienta financiera, no sólo en su medio habitual, América Latina, sino también en Estados Unidos y en otros países", opina Rafael Roldán, presidente de la Cámara Española de Comercio e Industria de Quito.
Los estadounidenses se han convencido de la importancia de estudiar español para mejorar sus oportunidades económicas y políticas, al punto de que el 60 por ciento de los alumnos de lenguas modernas de ese país optan por el castellano. Así han entrado a formar parte de los cerca de cien millones de personas que hablan este idioma junto a su lengua materna y de los 14 millones que lo estudian en el mundo, muchos de ellos en países hispanohablantes, el segundo destino de los universitarios estadounidenses en el extranjero.

En Estados Unidos "ser bilingüe conlleva mejores salarios. Ser bilingüe sabiendo español es una gran ventaja que da dinero", anota Amparo Morales, investigadora de la Academia Puertorriqueña de la Lengua.
El economista jefe del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) en Colombia, José Luis Escrivá, reconoce que "el idioma de los economistas es el inglés" pero precisa que en Estados Unidos, el cuarto país con más hispanohablantes (14.2 por ciento de la población), al menos unos 42 millones de personas se expresan en castellano. Incluidos los inmigrantes ilegales, ese número se calcula en 55 millones, según distintas fuentes.
Crece su papel activo
Al respecto, el académico venezolano Rafael Arráiz Lucca sostiene que "la relación entre lengua y economía tiene mucho que ver con los centros de producción de conocimiento y tecnología". El español influye igualmente en los procesos migratorios, como es el caso de España, que ha recibido unos cuatro millones de inmigrantes legales, un 40 por ciento de los cuales proviene de países de habla hispana.En España el español tiene además una participación del 15 por ciento en el Producto Interno Bruto (PIB), según el Instituto Cervantes.

De la misma manera, "el papel del español en las finanzas es cada vez más activo debido a que España ocupa el octavo lugar entre las economías del mundo, factor que incide positivamente en la difusión del idioma", analiza el director de la Academia Dominicana de la Lengua, Bruno Rosari."El éxito de las empresas españolas y mexicanas con presencia en otros países americanos se debe a que comparten un universo cultural y lingüístico", considera por su parte el director de la Fundación del Español Urgente (Fundéu) de México, Manuel Fuentes.

Según el director de la Academia Cubana de la Lengua, Lisandro Otero, "España ha salido de su retraso económico para constituirse en una destacada punta de lanza en el desarrollo europeo", para lo cual ha aprovechado su mercado natural, el latinoamericano.
Un ejemplo claro de esa situación es Telefónica, que llegó a América Latina en los años 90 y en diciembre de 2006 ya tenía en la región 83.3 millones de usuarios, apoyada en la identidad que brinda el idioma

Uno de los más usados

El español avanza también por la autopista de la información pues con un mercado de más de 400 millones de personas, es el tercer idioma más usado en la internet, después del inglés y el francés. A eso hay que sumar el auge del español en la multimillonaria industria del espectáculo, que hace que cantantes como el colombiano Juanes sean ídolos en países tan distantes como Japón, donde pese a las diferencias lingüísticas sus seguidores enloquecen cuando le escuchan decir: "se habla español

sábado, 10 de octubre de 2009

LA DIFÍCIL REFORMA DEL MERCADO LABORAL

Adaptado de El País, Carmen Alcaide, http://www.elpais.com/articulo/primer/plano/dificil/reforma/mercado/laboral/elpepueconeg/20090301elpneglse_7/Tes

Habitualmente se habla de un mercado laboral dual para señalar las diferentes condiciones en las que viven los trabajadores con contratos fijos indefinidos y los que disponen sólo de contratos temporales ( 4,5 millones de trabajadores; el 28,6% del total de los asalariados).
Además, al analizar las consecuencias sociales del desempleo, no podemos olvidarnos de los trabajadores autónomos sin empleados a su cargo, que aunque hacen trabajos propios de los asalariados, están en esa condición porque es la única manera en que los contratan. En un análisis completo, tampoco podemos dejar a un lado a los que no figuran en las cifras oficiales y están fuera del mercado regulado, por trabajar en la llamada economía sumergida y/o ser extranjeros sin papeles.

Por tanto, cuando surge la polémica sobre la necesidad de reformar el mercado laboral no debe caerse en la trampa de referirse sólo al abaratamiento del despido, es necesario estudiar en profundidad todos los aspectos del mercado laboral buscando la flexibilidad en condiciones más justas.

Tras el discurso del gobernador del Banco de España en el que habló sobre la necesidad de las reformas estructurales, centrándose en la inaplazable reforma del mercado laboral, se ha abierto una discusión sobre la oportunidad de reformar este mercado. Se han alzado muchas voces en su contra, achacándole la referencia al abaratamiento del despido, cuando él en su discurso abrió diferentes vías de tratamiento del problema fijándose en las condiciones reinantes en otros países europeos.

La polémica está servida. Los representantes sociales, sindicatos y Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), han expuesto sus razones pero no se ha iniciado una discusión seria sobre el tema y no parece que el Gobierno esté dispuesto a impulsarla.

Sin embargo, una institución de reconocido prestigio, la Fundación de Estudios Económicos Aplicada (FEDEA), conocida por sus numerosos estudios y análisis, ha presentado las conclusiones del primer estudio del observatorio laboral de la crisis. En él se constata lo que ya sabíamos de la gran diferencia entre la elevada protección social de los trabajadores fijos indefinidos y la muy escasa o nula de los trabajadores temporales y podría ser una base para el análisis del problema.
Como es sabido, la indemnización por despido en los trabajadores fijos según el tipo de despido (procedente, improcedente, expediente de regulación) puede oscilar entre los 20 y 45 días de salario por año trabajado, en todo caso mucho más elevada que en el resto de los países europeos y las prestaciones por desempleo con cuantía y duración variable dependiendo del nivel de las cotizaciones y del tiempo trabajado.
Pero los trabajadores con contrato temporal no tienen estos derechos y cuando el contrato vence, si no se renueva, se quedan en el paro. Las prestaciones son muy escasas y de una duración muy corta. El resto de trabajadores autónomos y los que están fuera del mercado regulado si pierden el trabajo no están cubiertos en absoluto.

En mi opinión el planteamiento serio de una reforma del mercado laboral es oportuna y necesaria. No se ha hecho en los momentos de bonanza y si no se hace ahora difícilmente estaremos preparados cuando comience la recuperación en nuestros clientes y socios europeos.

Carmen Alcaide es economista y ex presidenta del INE (Instituto Nacional de Estadística)

jueves, 1 de octubre de 2009

SE BUSCAN EXPERTOS PARA PREDECIR EL FUTURO DEL MERCADO DE TRABAJO
Hoy resulta arduo encontrar un camino directo hacia un empleo seguro y los conceptos, capacidades y cualificaciones de siempre ya no sirven
Katharine Brooks, experta en desarrollo de carrera de la Universidad de Texas, suele utilizar la teoría del caos para orientar a sus alumnos en el mercado laboral que se avecina, un entorno cambiante en el que, cuanto más se mira hacia el futuro, más difícil resulta encontrar una vía directa hacia un empleo estable. Juan Diego Casas, director del Área Técnica de Michael Page, confirma que "no hay ya un sector, área o función que determinen una carrera segura".
Añade que "la forma de entrada en el mercado laboral cambia drásticamente. Antes era directa y sobrerremunerada, y gente con apenas cuatro o seis años de experiencia alcanzaba salarios muy elevados y responsabilidades altas". Frente a esto, Casas defiende "que los primeros años sirvan para ir encontrando el camino, pensando más en 'qué quiero ser' que 'cuánto quiero ganar'".
La mayor parte de trabajos que eran una garantía de éxito y seguridad a comienzos de este milenio han desaparecido de las listas de las ocupaciones que más crecen, y los trabajadores del futuro necesitarán no sólo las cualificaciones técnicas o profesionales tradicionales, sino otras adicionales.
Jesús Echevarría, director de selección de Adecco Professional, coincide en el enriquecimiento que los cambios implican para el candidato, y asegura que hoy se busca el perfil polivalente, que asegura más posibilidades de enfrentarse a la incertidumbre. "Hace veinte años primaba la estabilidad, pero ahora el candidato es consciente de las reglas del juego y de la realidad de un mercado que cambia a un ritmo brutal. La estabilidad es necesaria, pero a los candidatos les interesa más el desarrollo del proyecto profesional".
Administración y Dirección de Empresas, Economía, Empresariales, ingenierías superiores de informática, telecomunicaciones y caminos, ingeniería técnica industrial, Química, Derecho y Medicina son, según un reciente estudio de Randstad, las diez carreras con más salidas profesionales en el actual mercado laboral. Son oportunidades con presente en un entorno cambiante.
La licenciatura en Administración y Dirección de Empresas ofrece una mayor integración en los departamentos financiero, de producción, comercial, en el área de auditoría o en contabilidad. Por su visión multidisciplinar también puede orientarse a la investigación de mercados, administración, marketing o recursos humanos. Para una experiencia de un año la media de salario puede llegar a los 18.000 euros brutos anuales en un junior.