viernes, 15 de febrero de 2013

El paro juvenil:un problema de toda Europa


Perfil del joven parado en España:

Los jóvenes son uno de los colectivos más afectados por el desempleo. De hecho, la tasa de paro entre los menores de 25 años alcanza ya el 55%. Los líderes europeos han puesto el foco en este problema en las últimas semanas y han mostrado su preocupación. A continuación, analizamos cuáles son las características del parado juvenil en España.

La canciller Angela Merkel, el vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Economía, Olli Rehn, o el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, han mostrado su inquietud por la gran dificultad que tienen los jóvenes españoles para encontrar trabajo. El Gobierno ya lo ha apuntado como una prioridad en su agenda y prepara una batería de medidas para impulsar en el empleo entre este colectivo. Una de las propuestas que está estudiando el Ejecutivo es la, por ejemplo, la bonificación de hasta 3.600 euros anuales para los contratos indefinidos con menores de hasta 30 años, tal y como adelantó Expansión esta semana.
Además, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ya ha dicho que va a proponer en la cumbre que se celebra hoy que "varios miles de millones" de los presupuestos plurianuales de la Unión Europea entre 2014 y 2015 se destinen a crear puestos de trabajo para jóvenes. Según ha podido saber Europa Press, el montante para este fin podría situarse entre los 3.000 y los 5.000 millones de euros.
Sin duda, los líderes políticos han puesto la lupa sobre el desempleo juvenil que afecta especialmente a España. Pero, ¿qué perfil tienen estos parados?

Joven, soltero… busca trabajo
Para realizar este análisis hay que matizar que se han tenido en cuenta los datos de la última Encuesta de Población Activa que afectan a los ciudadanos menores de 25 años (esta es la referencia que toman los expertos para hablar del paro juvenil).
Pues bien, en España hay 930.200 jóvenes que buscan un empleo sin suerte. El desempleo se ceba con especial énfasis entre las personas que tienen entre 20 y 24 años, franja de edad en la que se concentra el 79,3% de los parados de este colectivo.
A esa edad, el paro afecta más a los hombres (representan el 54% del total) que a las mujeres (el 46%), un patrón que se repite en el total de los desempleados. Lo que la mayoría (95,8%) tiene en común es que son solteros.
¿Dónde viven? 
Y hay que decir que más de la mitad de estos chavales vive en Andalucía (230.000), Cataluña (150.000) y Madrid (109.000), comunidades donde se concentra el 52,6% del paro juvenil.
Pero si se observa la tasa de paro (porcentaje de desempleados sobre la población activa) la foto cambia y las autonomías con peores cifras son Ceuta (71,9%), Canarias (70,2%) y Andalucía (65,1%). Esta última región aparece entre las más afectadas por este lastre tanto en términos absolutos como relativos.
¿Qué han estudiado?
El nivel educativo de los parados con menos de 25 años es bastante básico. La mayor parte, el 39,2%, sólo han estudiado hasta segundo de la ESO y cuenta con la formación y la inserción laboral correspondiente. Otro 28,3% tiene hasta cuarto de la ESO. Además, un 17,2% sólo tiene educación primaria, tan sólo un 15,1% ha realizado estudios superiores (excepto doctorado) y un 0,2% está considerado como analfabeto.
Otra cuestión importante, es que de estos jóvenes que se encuentran buscando un futuro laboral hay 593.800 (el 63,8%) que no está estudiando ya. Es decir, que el grueso de este grupo no trata de compatibilizar estudios y trabajo, sino que ya ha finalizado su formación y quiere conseguir un puesto.
¿Tienen experiencia laboral?
Además, gran parte de estos chicos ya ha trabajado con anterioridad, por lo que se le supone una mínima experiencia, y busca una nueva ocupación (el 65,4%). Eso sí, más de un tercio, unos 321.849, todavía no han tenido una oportunidad laboral y persiguen su primer trabajo. Y esta tarea no parece fácil, pues el 45,9% lleva más de un año buscando sin éxito. Es decir, hay, nada más y nada menos, que 426.600 menores de 25 años que ya son parados de larga duración.
Por otra parte, hay que señalar que el 63,5% no tiene preferencia de horario y está dispuesto a adaptarse a lo que encuentre.
¿A qué se quieren dedicar? 
Por sectores, la distribución es muy desigual. El grueso de estos desempleados (el 64,6%) pertenece al sector servicios y el resto se reparte entre construcción (14,4%), industria (el 11%) y la agricultura (10%).
Click en la lupa para ampliar.
El mercado laboral español, con casi seis millones de parados, se presenta como un terreno hostil para quienes recién acabados los estudios tratan de abrirse un hueco. Estos jóvenes son el futuro del país, pero no encuentran oportunidades y muchos ya han optado por emigrar. De momento, los políticos ya se han dado cuenta de que no pueden obviar este problema. Ahora toca ver en qué se concretan sus discursos.

¿Cuál es la situación del desempleo juvenil en tu país? ¿Conoces algunas de las consecuencias de este elevado nivel de paro juvenil en España? ¿Qué medidas crees que podrían ayudar a mejorar esta situación?

viernes, 8 de febrero de 2013

LA COCINA ESPAÑOLA


Texto adaptado de :http://www.spaindreams.com/cas/gastro.htm

Uno de los mayores atractivos de España es sin duda el de su cocina, que es una de las mejores del mundo por la calidad y variedad de sus productos.

No puede hablarse con rigor de una cocina nacional, sino de múltiples cocinas regionales influidas en cada caso por la climatología y las formas de vida autóctonas.

La cocina española se distingue por utilizar tradicionalmente en la preparación de los alimentos el aceite de oliva así como la gran variedad de frutas y verduras que aportó la cultura árabe a la mesa y otros elementos como la patata y el tomate llegados de América.
Por otra parte, el gran desarrollo de la cocina española en los últimos lustros se debe también a la aparición de grandes profesionales que han sabido reinterpretar los platos y recetas tradicionales en consonancia con el tiempo actual, dotando a la gastronomía de una nueva dimensión en presencia y sabores. Ferrán Adriá (considerado uno de los chefs más influyentes del mundo, creador del Basque Culinary Center y profesor en Harvard U. sobre ciencia culinaria e innovación), Juan Mari Arzak, Martín Berasategui, Sergi Arola, Paco Roncero, Santi Santamaría, Carme Ruscalleda son algunos de los más conocidos. Llama la atención comprobar que en esa lista no aparezca más que una mujer.

La cocina del norte:
El norte es una región húmeda y lluviosa que otorga una gastronomía muy rica y variada tanto en carnes como en pescados.
El País Vasco desarrolla una cocina estacional basada en los fogones familiares, con platos propios como el marmitako (patatas con bonito) y el txangurro (almejas y centollo).

Asturias proporciona también una cocina similar si bien con particularidades dignas de mención como la fabada (guiso de alubias y productos del cerdo), el queso y la sidra (vino de manzana).

Cantabria nos ofrece mucha diversidad en una cocina de mar y de montaña con productos de gran calidad como la carne de vaca, la anchoa y los derivados lácteos.

Entre las particularidades de Galicia son dignos de mención el pote, las caldeiradas, el pulpo, los lácteos y la repostería.

Variedad y riqueza son los términos que definen una cocina sencilla, opípara y natural que se nutre de la excelencia de los productos de la tierra como es la de Aragón, La Rioja y Navarra. Las frutas y verduras cuentan en sus fértiles valles con un verdadero paraíso y los espárragos, pimientos, borrajas, cardos así como los melocotones y las peras, gozan de merecida fama por su exquisita calidad.

Las patatas, los cogollos y las menestras de verdura o las legumbres tiernas (pochas) dan lugar a platos que se complementan con sus riquísimas truchas de los ríos de montaña y sus carnes preparadas con los peculiares chilindrones y los confits, de influencia francesa. Postres en los que prima el queso o los lácteos (cuajada), fruta fresca, chocolatada o en conserva y una larga tradición de panes de gran calidad completan una gastronomía muy apreciada por todos.
 
La cocina mediterránea:
La cocina mediterránea asociada a la famosa dieta mediterránea que se muestra tan beneficiosa para la salud, se basa en la trilogía del trigo, el olivo y la viña, con otras aportaciones notables como las del arroz, las legumbres, el ajo, las verduras y hortalizas, el queso y el yogur, los pescados, carnes y huevos, y las frutas. Cocina tan variada como completa que en los espacios naturales mediterráneos de España se interpreta con distintos matices y particularidades.

Cataluña cuenta ya desde la Edad Media con una cocina rica y refinada que abarca el llano, el mar y la montaña. Una cocina de la costa con variedad de pescados, mientras que en el interior hay que destacar la escudella y los asados.

De gran personalidad y contraste es también la cocina valenciana, que conjuga los platos típicamente mediterráneos como pescados, verduras y frutas con los del interior mesetario, como los potajes y guisos de carnes de caza y que tiene en el arroz su producto estrella con una interminable lista de especialidades: seco, caldoso o en paella. Dulces, turrones y helados mantienen viva la influencia arábiga en su cocina.

Murcia participa de ese carácter de cocina de mar y tierra influenciada por la fusión de culturas.

La cocina de las Islas Baleares tiene en las verduras, sus pescados (caldereta) y en el cerdo (ensaimadas, sobrasada) sus principales particularidades, así como en la famosa salsa mayonesa.

La cocina de la Meseta:
La cocina de la Meseta es producto de una climatología extremada que exige del hombre un esfuerzo duro y continuado en su labor.

Castilla y León pone sus bases en las legumbres: alubias (La Bañeza, El Barco), garbanzos (Fuentesaúco) y lentejas (La Armuña). La matanza del cerdo que alcanza en la variedad ibérica, alimentada con bellota y castaña, su culmen de calidad y sabor, es también básica en los productos típicos regionales (botillo de León, morcilla burgalesa, cantimpalo segoviano), así como la caza. Lechazo, cabrito y cochinillo en sus asados exquisitos son hoy platos estrella, que se completan con sus truchas y bacalaos y la gran variedad de sus quesos de cabra, oveja o vacunos. La dulcería tiene en yemas y hojaldres, la expresión más refinada de la tradición árabe.

Extremadura participa también de estos caracteres en una muestra en la que destacan los productos y platos derivados del cerdo ibérico. Calderetas y cochifritos, escabeches fríos, verduras silvestres (setas, cardillos, puerros) y una gran variedad de quesos artesanos al amparo de los fogones conventuales (Guadalupe, Yuste, Alcántara) y del arraigo popular.

Aquella cocina recreada en El Quijote, de olla, salpicón y duelos y quebrantos puede acercarnos a Castilla-La Mancha, que tiene particularidades como las del azafrán, la miel de La Alcarria y el queso manchego (de oveja). Una gastronomía popular que conserva en gazpachos y morteruelos el sabor pastoril y en asados (cordero, cabrito) el sabor aromático de sus montes, que se deleita con el exquisito mazapán de Toledo de origen árabe.

Como un islote, Madrid aporta la peculiaridad de algunos platos como el cocido madrileño, el bacalao, los callos y su plato estrella: el rabo de toro. Las torrijas y los dulces, son otras de sus especialidades.

La cocina del sur:
La cocina del sur o de Andalucía disfruta del crisol de un conjunto de culturas que la habitaron y forjaron su patrimonio gastronómico. Coaligada con su entorno encontramos así una cocina de huerta y vega, una cocina de guisos invernales y pastoriles y una cocina mediterránea en el litoral.

A todo ello debemos unir su amplia y exquisita repostería, legado de la cultura árabe, y la variada cocina relacionada con el cerdo, que tiene en la matanza su punto culminante ritual y colorista. Los gazpachos y sopas, las frituras y los guisos particularizan una cocina de gran acervo popular.

Las Islas Canarias disfrutan de una cocina muy personal que tiene en el gofio (harina de cereales tostados), las legumbres, los cultivos tropicales y sus famosos mojos (salsas de pimienta y cilantro) algunos de sus alicientes.

BEBIDAS (VINOS & OTROS)

El vino es un elemento fundamental en todas y cada una de las cocinas regionales de España.

Los romanos extendieron el arte de la viticultura que ha convertido a España en uno de los mayores productores de vino, a la vez que ha cobrado justa fama por su calidad sujeta hoy a estrictos controles y variedad (hasta sesenta comarcas vinícolas diferentes).

Entre ellas mencionaremos el vino de Rioja, que por su aroma, sabor y cuerpo ha obtenido un lugar destacado a nivel internacional.

Otras denominaciones de origen muy apreciadas son las de la Ribera del Duero, el Penedés y La Mancha que han experimentado en los últimos años un gran avance en la calidad de sus caldos.

El vino de Jerez es un vino andaluz de gran prestigio internacional, sobre todo en los países anglosajones, y que tiene distintas variedades (fino, manzanilla, amontillado, dulce y oloroso) capaces de satisfacer los diferentes gustos.

El cava español o vino espumoso achampañado tiene su centro principal de producción en la región catalana del Penedés, si bien se ha extendido en los últimos años a otras como Castilla.

COMER EN ESPAÑA

Comer en España es uno de los ritos más agradables de la vida cotidiana.
La variedad y riqueza de su gastronomía así como el gusto del español por la cultura del plato y el mantel, hacen que sea muy fácil encontrar, tanto en las grandes ciudades como en las pequeñas aldeas rurales, un sitio donde comer bien. Desde la comida casera tradicional a la de los afamados restaurantes de cinco tenedores (máxima clasificación en un baremo que va de uno a cinco), cada uno puede encontrar la mejor relación entre precio y calidad de acuerdo con sus gustos y preferencias.

Los horarios de todas las comidas suelen retrasarse una hora y media aproximadamente de la media europea, si bien la amplitud de los horarios de los establecimientos, permiten a cada cliente mantener su horario habitual.

La carta con los precios suele estar puesta en la entrada de los restaurantes, que disponen también de un menú del día con precios habitualmente más reducidos. El servicio va incluido en el precio de los platos siendo habitual, aunque no obligatorio, destinar entre un cinco y diez por ciento del total a propina o gratificación por dicho servicio.

La mayoría de restaurantes suelen cerrar un día a la semana (el domingo o el lunes), si bien existen numerosos establecimientos de horario continuado que permiten comer a cualquier hora.

¿Hay muchas diferencias entre la gastronomía española y la de tu país?
¿Qué es lo que más te gusta y lo que menos?
¿Has probado alguno de los platos típicos de la cocina regional que aparecen en el texto? ¿Qué sabes a cerca de la dieta mediterránea?
¿Son muy diferentes los hábitos de comida españoles y los tuyos?
La relación calidad/ precio de los vinos españoles es mundialmente reconocida, ¿Estás de acuerdo con ello?

lunes, 4 de febrero de 2013


EL FÚTBOL EN ESPAÑA, ¿ALGO MÁS QUE UN DEPORTE?


El fútbol español en cifras

El fútbol profesional es un gran negocio. Nadie lo puede dudar. Lo dicen las cifras que se mueven alrededor del rey de los deportes. A día de hoy, el fútbol es considerado como la decimoséptima economía mundial. En España, el 1,7 del Producto Interior Bruto corresponde a un deporte de 42 empresas que dan forma a la Liga de Fútbol Profesional y que tienen un presupuesto de ingresos de 2.117 millones de euros, por 1.947 millones de euros de gastos.

El fútbol profesional crea 85.000 empleos directos e indirectos y aporta 9.000 millones de euros a la economía, sólo la quiniela supone 500 millones de euros al año, unos 13 millones de euros por jornada. Cada temporada acuden a los campos repartidos por toda España 14 millones de personas y otros 174 millones lo ven por televisión por todo el mundo. Lo dice la empresa auditora Deloitte y queda ratificado semana tras semana. Además, y según una encuesta del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) el 54% de la población española se considera seguidora del fútbol, siendo el sector de edad comprendido entre los 18 y 24, los más fieles con un 62%.

Detrás de este fútbol profesional, el que arrastra a millones de personas, hay otro imprescindible para que el fútbol de élite sea posible. Las estrellas que hoy valen noventa o sesenta millones de euros se iniciaron en campos de tierra, lejos de las masas de aficionados que siguen a las estrellas domingo tras domingo. Y es que el fútbol aficionado que da cobijo la Federación Española (RFEF) es el paso previo e imprescindible para ser alguien en un deporte que mueve pasiones y dinero por igual. El sueño se inicia con diez años y tras otros tantos de duro peregrinar sin la comodidad en la que viven los equipos de Primera, sólo los elegidos llegan a lo más alto. De los 780.000 aficionados que juegan al fútbol, tan sólo 1.000 llegan a jugar en Primera o Segunda y sólo un par de centenares tienen la suerte de convertirse en millonarios.

Fuente: texto adaptado de MEDIOTIEMPO
La dimensión social que en poco más de un siglo ha tomado el fútbol en España es notable
El fútbol,  deporte de equipo más importante en España por su número de practicantes, se ha convertido en un fenómeno que se relaciona con factores culturales, sociales, económicos e incluso políticos. Aunque suene a tópico, el fútbol es algo más que dos equipos de 11 personas persiguiendo un balón.
El mayor impacto del fútbol en España está en la televisión, donde logra audiencias enormes: el 15 por ciento de la población sigue de manera habitual el fútbol cada Jornada, cifra que se eleva a 20 por ciento cuando se trata de partidos de la Eurocopa. Por ejemplo, durante el Mundial de Sudáfrica 2010, los partidos de la Selección Española las cifras de audiencia alcanzaron el  50 por ciento en la Final del Campeonato.
La dimensión social que en poco más de un siglo ha tomado el fútbol en España es notable. Comenzó su recorrido nacional a finales del Siglo XIX y principios del XX, con la fundación de los primeros clubes: Athletic de Bilbao (1898), Barcelona (1899) y Real Madrid (1902).

El primer Campeonato de Liga en España se celebró en 1929, una fecha que marcó el inicio de una competición que iría ganando importancia y espectadores de forma constante durante la década de 1930 (con el paréntesis de la guerra) y 1940. Sin embargo, la verdadera explosión del fútbol en España se produjo en los años cincuenta, cuando la rivalidad entre el Real Madrid y el Fútbol Club Barcelona adquirió otra dimensión, y la dictadura del General Franco comenzó a utilizar este deporte como marco sustitutivo de la política. En ese entonces, el Real Madrid, dirigido por el empresario Santiago Bernabéu, se convirtió en un símbolo del Régimen, que a través de él proyectaba una favorable imagen internacional. Paralelamente, el Barcelona (o Barça) se convirtió en "algo más que un club de fútbol" , lo que significa que, para la población catalana, supuso un soterrado símbolo nacionalista.
Al llegar la década de 1990, la rivalidad Real Madrid-Barça fue superando tales dimensiones supra-deportivas, para convertirse en un espectáculo de masas de carácter global que ha concitado la atención de millones de espectadores en todo el planeta.
Cuando juegan el Real Madrid y el Barcelona no sólo compiten dos equipos. Simbólicamente también compiten dos ciudades que rivalizan por su prevalencia en el país, dos proyectos de estado (centralista y federal), asociados a dos identidades colectivas (española y catalana).

También supone una confrontación deportiva entre los empresarios  madrileños y catalanes, que participan en la gestión de sus respectivos equipos, y, por tanto, el choque directo entre dos modelos de gestión. Por un lado, se encuentra el modelo representado hasta el año pasado por el entrenador del Barcelona, Josep Guardiola, que apostó claramente por la cantera del club, frente a Florentino Pérez, Presidente del Real Madrid y que contrata estrellas mundiales que refuercen la proyección del club en la esfera global.

El fútbol posee un peculiar ingrediente para lograr un potente atractivo social. Se trata de la visión de los futbolistas como "hijos del pueblo", que logran fortuna gracias a sus méritos, esfuerzo y compromiso.

La población se identifica con los jugadores, considerados una suerte de héroes a quienes es importante seguir. También hay que sumar la incertidumbre en el resultado, la estética del propio deporte e incluso de los equipos (cuyas camisetas se han convertido en emblemas), la dimensión en términos de ocio barato, factores que hacen del fútbol un espectáculo de masas con gran repercusión económica.

Por su parte, los medios de comunicación masiva han convertido al fútbol español en una máquina de marketing global. No sólo empresas de material deportivo buscan patrocinar este deporte; todos los sectores pueden encontrar rentable patrocinar a un equipo para identificarse con sus valores (trabajo en equipo, seguridad, credibilidad, etcétera) y lograr un aumento de sus ventas.

Los datos del Annual Review of Football Finance, correspondientes al 2010 y publicados por la consultora Deloitte, muestran que la competición futbolística española creció un 4 por ciento, lo que representó ingresos cercanos a los 1.500 millones de euros (unos 2.183 millones de dólares), sobre todo por el crecimiento del Real Madrid y el Barcelona. Ambos equipos fueron, por segundo año consecutivo, los que más dinero produjeron en el mundo.

Muchos de los clubes están presididos por grandes empresarios, representantes de las mayores corporaciones del país, también magnates del petróleo e incluso personalidades con tintes políticos, como el anterior Presidente del Barcelona, Joan Laporta, quien tras encadenar unos años de éxitos deportivos, anunciaba la formación de un partido político independentista cuando abandonó la Presidencia del Barça. Presidir un equipo de fútbol otorga notoriedad, fama y respeto social. Actualmente, todos los estadios españoles cuentan con palcos que son utilizados por las clases dirigentes para tejer relaciones, llegar a acuerdos y hacer todo tipo de negocios. El apoyo de personalidades de la política a los equipos de sus ciudades marca una relación equidistante donde los clubes obtienen ventajas económicas que los políticos (sobre todo alcaldes) esperan rentabilizar en votos, pues la simpatía por un determinado equipo de fútbol también cotiza en el mercado electoral.
El fútbol en España se ha conformado como un espacio simbólico; baste decir que casi el 85 por ciento de la población se siente muy o bastante orgullosa de los éxitos de la Selección Nacional.El último Mundial supuso un gran éxito para España no sólo en lo deportivo, sino por la participación en la Selección de jugadores provenientes de todas las regiones del país, especialmente de Madrid, Barcelona y el País Vasco, lo que ha simbolizado un cierto triunfo en la unidad.
Consecuentemente, la arquitectura institucional del fútbol en España es muy peculiar: el Consejo Superior de Deportes está definido por ley como un organismo autónomo de carácter administrativo, a través del cual se ejerce la actuación de la administración del Estado en el ámbito del deporte. Está presidido por el Secretario de Estado para el Deporte, que es un cargo político nombrado por el Gobierno.

Finalmente, es necesario hacer referencia a un elemento característico de España y su relación con el fútbol  el hecho de que este deporte ha venido siendo un factor de distensión para una sociedad que aún no ha resuelto algunas cuestiones políticas fruto de su historia más reciente. Así, el fútbol en España también es un espacio para el debate social, un ámbito que canaliza las pasiones sin que ello afecte de sobremanera a la estructura político-institucional.

En definitiva, y parafraseando el conocido lema barcelonista, el fútbol en España es "algo más que un deporte".
Fuente: texto adaptado de El Confidencial
¿Estás de acuerdo con la afirmación "el fútbol en España es algo más que un deporte"? ¿ Cuál es la consideración de este deporte en tu país? ¿Hay equipos rivales semejantes al Real Madrid y Barcelona en España?