viernes, 15 de marzo de 2013

LAS FIESTAS DE ESPAÑA

Estamos en plenas Fallas valencianas y se acerca la Sermana Santa con sus procesiones por toda España... ¿quieres saber algo más sobre las fiestas con mayor tradición de nuestro país?
España: fiestas y tradiciones más conocidas



Lo más conocido entre las tradiciones folclóricas españolas son el Flamenco y los Toros.

Como vimos en la semana pasada, en España se celebran corridas en todas partes excepto en Cataluña, donde fueron prohibidas hace año y medio. Quizá el festejo taurino más renombrado a nivel internacional sean los encierros que se celebran durante los Sanfermines en Pamplona. Cada mañana los toros que serán lidiados por la tarde, recorren las calles de Pamplona y los mozos se ponen delante, desafiando el peligro de ser heridos por los cuernos de los astados o pisoteados por la manada.

El Flamenco, de otro lado, es la tradición folclórica del sur, en particular de Andalucía. Y es en esta tierra donde conocerá las raíces del cante, la guitarra y el baile flamenco. La tesis más extendida sobre su origen es el gitano-morisco, sólo que el mestizaje cultural que se dio en Andalucía (musulmanes, castellanos inmigrantes, judíos, gitanos, etc.) propició el origen de este género. Gitanos hay en muchas partes del mundo y sin embargo, el flamenco solo fue originario de Andalucía, por lo tanto el flamenco es un patrimonio auténtico y genuino de todos los andaluces sin distinción de etnias ni religión. Está considerado actualmente como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad . El cante, el toque y el baile son las principales facetas del flamenco. Se conoce como palo a "cada una de las variedades tradicionales del cante flamenco". Los palos pueden clasificarse siguiendo varios criterios: Según sea su compás, su jondura, su carácter serio o festivo, su origen geográfico etc.

En Abril se celebra en Sevilla la Feria de Abril, una semana repleta de cante y baile, donde se bebe vino de Jerez y otros deliciosos caldos de la zona, acompañados de jamón y queso viejo entre otros manjares. Cada familia, empresa, institución tiene una caseta en la que recibe gente y les ofrece comida y bebida y se bailan sevillanas durante horas. Hay un cuidado protocolo con la forma de vestir. Así que al que le gusten estas cosas no debiera perdérselo; si es que encuentra alojamiento en estas fechas (tarea bastante ardua), ya puestos a hacer el viaje, por qué no llegar unas dos semanas antes de la feria y disfrutar de la otra celebración excepcional que la ciudad ofrece, la Semana Santa, con sus famosas procesiones.

La Semana Santa en España es espectacular. Se celebran procesiones maravillosas y estremecedoras, casi en todas partes. Se saca de las iglesias a las imágenes de los Cristos o de las Vírgenes o Cruces, para que salgan en la procesión. Estas imágenes son llevadas por las cofradías a la que pertenece cada imagen. Es un orgullo poder cargar con ellas y salir en la procesión. En los días previos a la Semana Santa, puede verse en cualquier pueblo o ciudad de España a las Cofradías los pasos, cargados, para ensayar.

Y cómo no, otra fiesta excepcional Las Fallas de San José en Valencia, que se celebran en marzo, cuando toda la ciudad se convierte en un escenario enorme de fiesta y arte, con inmensas cantidades de la más extraordinaria pirotecnia. La semana se cierra con la quema de las esculturas gigantescas en la cremá.


Cerca de Valencia se encuentra la localidad de Buñol, donde todos los años, el último miércoles de Agosto se celebra la Tomatina; la batalla de tomates más grande del mundo. Más de 40.000 personas, 100 toneladas de tomate, son cifras que indican la dimensión del evento, donde durante una hora se bombardea con tomates a todo el que se mueve. El inicio de esta tradición es tan simple como jocoso, ya que se remonta a una pelea multitudinaria que ocurrió en 1945 durante un desfile de "gigantes y cabezudos", parece que los habitantes no encontraron mejor armamento que los tomates que cogieron de un puesto de verduras allí situado. Lo interesante de ello es que se ha convertido en un evento excepcional al que acuden miles de visitantes de muchos países.

Un especial alboroto callejero se podrá encontrar también en San Sebastián durante el mes de febrero, cuando se celebra La Tamburrada: un centenar de compañías formadas por entre 20 y 50 tambores y entre 50 y 100 barriles desfilan por todos los barrios de la ciudad durante el día 20. Están siempre acompañados por una banda de música.


Las fiestas más típicas de Madrid son las de San Isidro, en mayo. En estas fechas se celebran unas de las más importantes corridas de toros del año. Los madrileños acuden a la Pradera del Santo vestidos de chulapos y chulapas, a bailar el chotis y beber limonada con rosquillas tontas, listas y de santa Clara.
Otro acontecimiento que atrae a millones de personas a un pequeño pueblo situado en la provincia de Huelva, es El Rocío, una romería a la aldea del mismo nombre donde se venera a la Virgen del Rocío. En tradicionales y simples carretas adornadas y dentro del más auténtico tipismo flamenco acudirán multitudes, no sólo de la zona sino de puntos muchos más alejados, a pie, a caballo o en carreta, celebrando un espectáculo único, donde folclore y alegría se mezcla con religiosidad en una curiosa y colorida combinación.

Los castellets son unas formaciones humanas que, como una torre, se realizan en las fiestas de algunas ciudades catalanas. Las personas más fuertes se sitúan en la base de la torre, mientras que tanto el peso como la complexión de sus componentes va disminuyendo conforme se asciende. Al final, un niño suele coronar el castellet.

El Carnaval tiene su popularidad en muy diversos puntos del país, siendo muy conocidos el de Santa Cruz de Tenerife, por su belleza, el de Sitges y el de Cádiz.




¿Has asistido a alguna de estas fiestas populares españolas? ¿En tu país o ciudad existe alguna tradición de este tipo? ¿Podrías describirla?

viernes, 8 de marzo de 2013

EL TORO EN CIFRAS

Motor económico, de empleo y protector del medioambiente que asienta la población en el medio rural; es la defensa de la fiesta más allá de la afición




Aunque en Andalucía no hay debate abierto sobre su prohibición, el eco de la decisión del Parlamento catalán ha llegado a la comunidad de España que celebra cada año mayor número de festejos taurinos de España. Mientras el consejero de Gobernación y Justicia, Luis Pizarro, salía en defensa de la fiesta calilficando de «error» la decisión catalana o el de Cultura anunciaba la intención de crear un sello de identidad que permita identificar los lugares señeros de la tauromaquia, los populares iban más lejos: presentarán una proposición no de ley a favor de la fiesta de los toros y llevarán mociones a todos los ayuntamientos.
Pero por encima de la defensa encendida de las corridas de toros, la fiesta es un motor de economía que no sólo genera empleo sino que además produce un gran negocio y da de comer a miles de familias. Según la Junta de Andalucía en toda España este sector mueve 2.500 millones de euros y en Andalucía unos 500 millones. En cuanto al número de empleos que supone, la fiesta nacional general entre 180.000 y 200.000 puestos de trabajo directos.
La fiesta es un motor de empleo y de riqueza y es un factor medioambiental importante. Andalucía es la comunidad autónoma con mayor número de dehesas. Pero hay otro dato importante que aporta el toro: el asentamiento de población en los pueblos donde existen dehesas y ganaderías. Hay muchas personas trabajando en estas fincas dedicadas a la cría y cuidado del toro y si no fuera por ese trabajo muchos de ellos habrían emigrado a la ciudad. Criar a un toro es muy caro: durante cuatro años vive como el rey de la dehesa, con un mayoral y muchas personas a su cargo.
 
Por su parte Carlos Nüñez, presidente de la Mesa del Toro, recuerda que la fiesta nacional es el segundo espectáculo de masas en España por detrás del fútbol. Por ello insiste en que si se suprimiera «desaparecería mucho empleo» ya que además del empleo directo también hay mucho «inducido» como el del turismo que se produce en una localidad cada vez que se celebra una corrida de toros. Núñez, admite también que las entradas de toros son caras y lo achaca a los fuertes gravámenes que tienen. «Con esos impuestos, uno de cada seis espectadores se los come la adminstración». dice Núñez, recordando también lo costosa que es la cría del toro.

La crisis también golpea a este sector según Mundotoro

Desde que comenzó la recesión en el año 2007, en España se han celebrado alrededor de 350 festejos menos. En los años de bonanza, por estas fechas se ofrecían en torno a los 650 espectáculos taurinos; en el año 2012 la cifra ronda los 300, contribuyendo a un descenso de más del 50%. La oferta de novilladas se ha visto reducida en un 75% en nuestro país desde el año 2007 y de 82 festejos a 55 festejos esta temporada, siendo el tipo de espectáculo taurino más lastimado por la crisis actual. En contraste con España, la alternativa la ofrece Francia con una estabilidad abrumadora. Mientras que en el territorio español los festejos caen en picado, en el país vecino los números mantienen una constante.

A nivel mundial, casi 100 localidades han dejado de celebrar festejos, en concreto 92 plazas de toros. Otras ferias también han reducido sus abonos contribuyendo a un notable recorte. Las plazas más afectadas en el recorte son las de tercera categoría. En total 91 localidades de tercera categoría han dejado de celebrar festejos. Uno de los casos más significativos es el de Puerto Vallarta (México), que si bien el año pasado celebró 14 novilladas, este año el coso de La Paloma ha permanecido cerrado por las pérdidas económicas de los últimos años.

El mundo del toro no es siempre un negocio de millonarios. Los empresarios que regentan las principales plazas (Madrid, Sevilla, Valencia, Bilbao), y toreros como El Juli, José Tomás o Enriqie Ponce, representan tan sólo un pequeño grupo de afortunados que realmente gana dinero.

En España hay un total de 2.950 plazas de segunda y tercera categoría, y esto sin contar las plazas portátiles. La mayor parte de los espectáculos taurinos dependen de los pequeños empresarios que regentan estas plazas. Ellos son los que organizan las corridas, las novilladas y los rejoneos en todos los pueblos y pequeñas capitales de España. El volumen de negocio que manejan estos empresarios es mucho menor que el que se mueve en las grandes plazas, sin embargo, representan la mayoría del sector taurino.
Es un negocio poco rentable porque los gastos de un empresario taurino en una corrida en un pueblo oscilan entre los cincuenta y los sesenta mil euros. Los ayuntamientos suelen ofrecer una subvención de veinte mil euros como mucho para que las entradas no cuesten más de 20 euros. Teniendo en cuenta que las plazas no se llenan, los ingresos por la venta de entradas no superan los treinta mil euros. Es suficiente sumar y restar para comprender lo que supone, en las circunstancias actuales, y en estos espectáculos el gasto añadido de transportar e incinerar los toros.
Tus comentarios...

¿Qué opinas de la corrida? ¿Crees que se debería prohibir en el resto de España o por el contrario, que es parte de la cultura española y que supone un beneficio económico importante?