viernes, 10 de octubre de 2014

La generación mejor preparada

925.300 menores de 30 años llevan más de un año buscando trabajo
Uno de cada tres jóvenes españoles no acaba la educación secundaria
El Banco de España propone eliminar el salario mínimo
Expertos proponen incentivar el contrato a tiempo parcial
La UE prepara un fondo de 6.000 millones de euros para este colectivo
Francia pide ampliar el Erasmus a las prácticas en empresas


·                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                           
El desempleo entre los jóvenes se ha convertido en una de las grandes preocupaciones de Europa en los últimos tiempos. Cinco años después de estallar la crisis, las generaciones nacidas entre mediados de los ochenta y mediados de los noventa se han encontrado con un panorama laboral desolador. Y lo peor de todo, no parece existir ninguna solución a medio plazo.

Un par de datos de Eurostat. De los 19,3 millones de parados que había en la Eurozona en el primer trimestre, 3,6 millones tenían menos de 25 años. Si un 12,2% de la población activa estaba en el paro, este porcentaje se elevaba 24,4% en el caso de los menores de esa edad.

Lo grave de esta fotografía es que es aún peor en España, país con 6,2 millones de desempleados, un 27,1% de la población activa. Aquí hay 960.400 menores de 25 años sin trabajo, un 55,9% del total, a los que habría que sumar otros 880.800 que están entre esa edad y los 30 años: los jóvenes que tuvieron la mala suerte de entrar al mundo laboral al estallar la crisis hace un lustro.

Reformas laborales
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) advirtió ya en 2010 que el desempleo juvenil amenazaba con crear "una generación perdida". Lo que se viene denominando en España los Ninis[1]. Por aquel entonces el Banco de España reclamaba acabar con la dualidad del mercado laboral: las diferencias entre aquellos con contratos indefinidos con alta indemnización, normalmente mayores, y aquellos temporales con baja indemnización, muchos de ellos jóvenes.

El principal problema del desempleo, general y juvenil, es la destrucción del tejido económico por la crisis inmobiliaria, que se ha llevado por delante gran parte del trabajo temporal del país y parte del indefinido.

Por ello, las perspectivas de empleo son malísimas para lo que queda de década: hasta que no crezca la economía, no se generarán nuevos puestos de trabajo. Y el Gobierno prevé un 24,8% de paro en 2016.

Mientras tanto, el gobierno de Mariano Rajoy acometió una importante reforma laboral que tuvo como uno de sus objetivos abaratar[2] el despido y dar más flexibilidad a las empresas para acabar con la dualidad de los contratos.

¿Qué se plantea en España?
"Los logros alcanzados por la reforma laboral en materia de flexibilidad interna y de moderación salarial son esperanzadores, pero los resultados obtenidos en el impulso de la contratación no son todavía suficientes", advierte el Banco de España en su informe anual de 2012.

Este organismo recomienda buscar nuevas fórmulas para flexibilizar aún más los salarios[3]. Entre ellas, suprimir el salario mínimo[4] para los colectivos "con mayores dificultades", como es el caso de los jóvenes.

En España hay 41 contratos de trabajo, de los que las empresas sólo utilizan siete u ocho, según la patronal. La última reforma laboral introdujo el 'Contrato para la formación y el aprendizaje', destinado a menores de 30 años cuya duración oscilará entre uno y tres años y en el que dedicarán hasta un 85% del tiempo a trabajar.

Por su parte, la Estrategia de Emprendimiento y Empleo Joven 2013-2016 prevé bonificaciones en las cuotas a la Seguridad Social cuando las empresas contraten a tiempo parcial a jóvenes; la creación de otro contrato de primer empleo temporal bonificado cuando se convierta en indefinido; y una tarifa plana en las cuotas a la seguridad social de 50 euros durante seis meses para emprendedores de menos de 30 años.

La formación no es un seguro en este momento para hallar trabajo. La tasa de paro entre 20 y 24 años es del 45% entre quienes tienen educación superior, como una carrera universitaria, frente al 49% de los titulados con la segunda etapa de secundaria.

Según Manpower, la educación ha estado alejada, o en oposición, de la empresa, una opinión que comparte Carlos Marqueríe, fundador de 4Innovation (4i), quien critica a un "lobby universitario" en el que la investigación a largo plazo no satisface las necesidades inmediatas de los negocios.

En opinión de Cuatrecasas, una solución sería reformar "a fondo" la contratación a tiempo parcial, una alternativa al contrato temporal para su introducción en el mundo laboral.

¿Qué propone Europa?
Hace unos meses, Angela Merkel se escandalizó[5] en el Foro Económico Mundial de Davos por el alto desempleo juvenil en España. Poco después, la canciller alemana promovió la creación de una partida extraordinaria de 6.000 millones de euros en los presupuestos europeos para cinco años para luchar contra este problema, fondo del cual ha recomendado a Rajoy que eche mano ya para mejorar el mercado laboral en España.

Una de las medidas que baraja Francia es ampliar las becas Erasmus a prácticas en empresas de otros países de Europa. Precisamente España es el país que más Erasmus envía fuera del país, unos 36.183 en el último curso. Sin embargo, el programa se ha convertido en otra víctima de los recortes: su presupuesto se ha reducido un 30% en 2013.

Por su parte, Alemania ha ofrecido ayuda a España contra el paro, aunque de momento no se ha concretado en ningún programa importante. Berlín prometió en 2012 dar formación a los jóvenes parados españoles que han emigrado allí, mientras que hace una semana las ministras de Empleo Fátima Báñez y Ursula Von der Leyen firmaron un acuerdo de cooperación con la intención de dar trabajo en el futuro a 5.000 jóvenes cualificados al año.

El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha urgido[6] a los Veintisiete a que logren que los jóvenes trabajen en  menos de cuatro meses una vez acaben los estudios.
Una propuesta que parece humo después de un lustro[7] de crisis. Si hay una solución, llegaría tarde para 925.300 menores de 30 años que llevan más de un año en el paro. Una estadística del INE en la que no figuran aquellos que han dejado el país o han dejado de buscar trabajo por imposible.





¿Cómo es la situación del desempleo juvenil en tu país?
¿Cuál de las soluciones planteadas te parece más efectiva?
¿Qué harías si tuvieras poder para solucionar este problema?






[1] Ni estudian ni trabajan
[2] Lo contrario es: encarecer
[3] Sueldo, nómina
[4] 752,85€ SMI
[5] Escandalizarse de algo
[6] Urgir: es urgente que hagas algo
[7] Periodo de cinco años

viernes, 3 de octubre de 2014

El mundo taurino en cifras






La fiesta del toro es un motor de economía  que no sólo genera empleo sino que además produce un gran negocio y da de comer a miles de familias. Según la Junta de Andalucía en toda España este sector mueve 2.500 millones de euros y en Andalucía unos 500 millones. En cuanto al número de empleos que supone, la fiesta nacional general entre 180.000 y 200.000 puestos de trabajo directos.

La fiesta es un motor de empleo y de riqueza y es un factor medioambiental importante. Andalucía es la comunidad autónoma con mayor número de dehesas. Pero hay otro dato importante que aporta el toro: el asentamiento de población en los pueblos donde existen dehesas y ganaderías.  Hay muchas personas trabajando en estas fincas dedicadas a la cría y cuidado del toro y si no fuera por ese trabajo muchos de ellos habrían emigrado a la ciudad. Criar a un toro es muy caro: durante cuatro años vive como el rey de la dehesa, con un mayoral y muchas personas a su cargo.
  
Por su parte Carlos Nüñez, presidente de la Mesa del Toro, recuerda que la fiesta nacional es el segundo espectáculo de masas en España por detrás del fútbol. Por ello insiste en que si se suprimiera «desaparecería mucho empleo» ya que además del empleo directo también hay mucho «inducido» como el del turismo que se produce en una localidad cada vez que se celebra una corrida de toros. Núñez admite también que las entradas de toros son caras y lo achaca a los fuertes gravámenes que tienen ya que el impuesto ronda el 21 por ciento. «Con esos impuestos, uno de cada cinco espectadores se los come la administración». dice Núñez, recordando también lo costosa que es la cría del toro.

La crisis también golpea a este sector según Mundotoro

Desde que comenzó la recesión en el año 2007, en España se han celebrado alrededor de 350 festejos menos. En los años de bonanza, por estas fechas se ofrecían en torno a los 650 espectáculos taurinos; en el año 2012 la cifra rondó los 300, contribuyendo a un descenso de más del 50%. La oferta de novilladas se ha visto reducida en un 75% en nuestro país desde el año 2007 y de 82 festejos a 55 festejos esta temporada, siendo el tipo de espectáculo taurino más lastimado por la crisis actual. En contraste con España, la alternativa la ofrece Francia con una estabilidad abrumadora. Mientras que en el territorio español los festejos caen en picado, en el país vecino los números mantienen una constante.

En los años 2010-2011  el 8,5% de los españoles asistieron a los toros, lo que supone un descenso respecto al 9,8% de 2006-2007. Los niveles de asistencia son significativamente superiores en los varones, 10,6%, que en las mujeres, 6,4%. Las mayores tasas de asistencia se registran en el grupo central de edades, de 35 a 54 años y en los más jóvenes.
Por autonomías, el 22,7% de las corridas de toros celebradas en 2012 tuvieron lugar en Andalucía, seguida de la Comunidad de Madrid, con el 17,9%, y de las comunidades autónomas de Castilla-La Mancha y Castilla y León, que acogieron el 12,8% y el 11,8%.

El mundo del toro no es siempre un negocio de millonarios. Los empresarios que regentan las principales plazas (Madrid, Sevilla, Valencia, Bilbao), y toreros como El Juli, José Tomás o Enrique Ponce, representan tan sólo un pequeño grupo de afortunados que realmente gana dinero.

En España hay un total de 2.950 plazas de segunda y tercera categoría, y esto sin contar las plazas portátiles. La mayor parte de los espectáculos taurinos dependen de los pequeños empresarios que regentan estas plazas. Ellos son los que organizan las corridas, las novilladas y los rejoneos en todos los pueblos y pequeñas capitales de España. El volumen de negocio que manejan estos empresarios es mucho menor que el que se mueve en las grandes plazas, sin embargo, representan la mayoría del sector taurino.

Es un negocio poco rentable porque los gastos de un empresario taurino en una corrida en un pueblo oscilan entre los cincuenta y los sesenta mil euros. Los ayuntamientos suelen ofrecer una subvención de veinte mil euros como mucho para que las entradas no cuesten más de 20 euros. Teniendo en cuenta que las plazas no se llenan, los ingresos por la venta de entradas no superan los treinta mil euros. Es suficiente sumar y restar para comprender lo que supone, en las circunstancias actuales, y en estos espectáculos el gasto añadido de transportar e incinerar los toros. 


Fuente: texto adaptado

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¿Qué opinas de la corrida? ¿Crees que se debería prohibir en el resto de España o por el contrario, que es parte de la cultura española y que supone un beneficio económico importante?