domingo, 27 de septiembre de 2015

El toro en cifras... ¿Cuánto cuesta organizar una corrida?



La fiesta del toro es un motor de economía  que no sólo genera empleo sino que además produce un gran negocio y da de comer a miles de familias. Según la Junta de Andalucía en toda España este sector mueve 2.500 millones de euros y en Andalucía unos 500 millones. En cuanto al número de empleos que supone, la fiesta nacional general entre 180.000 y 200.000 puestos de trabajo directos.

La fiesta es un motor de empleo y de riqueza y es un factor medioambiental importante. Andalucía es la comunidad autónoma con mayor número de dehesas. Pero hay otro dato importante que aporta el toro: el asentamiento de población en los pueblos donde existen dehesas y ganaderías.  Hay muchas personas trabajando en estas fincas dedicadas a la cría y cuidado del toro y si no fuera por ese trabajo muchos de ellos habrían emigrado a la ciudad. Criar a un toro es muy caro: durante cuatro años vive como el rey de la dehesa, con un mayoral y muchas personas a su cargo.
  
Por su parte Carlos Nüñez, presidente de la Mesa del Toro, recuerda que la fiesta nacional es el segundo espectáculo de masas en España por detrás del fútbol. Por ello insiste en que si se suprimiera «desaparecería mucho empleo» ya que además del empleo directo también hay mucho «inducido» como el del turismo que se produce en una localidad cada vez que se celebra una corrida de toros. Núñez admite también que las entradas de toros son caras y lo achaca a los fuertes gravámenes que tienen ya que el impuesto ronda el 21 por ciento. «Con esos impuestos, uno de cada cinco espectadores se los come la administración». dice Núñez, recordando también lo costosa que es la cría del toro.

La crisis también golpea a este sector según Mundotoro

Desde que comenzó la recesión en el año 2007, en España se han celebrado alrededor de 350 festejos menos. En los años de bonanza, por estas fechas se ofrecían en torno a los 650 espectáculos taurinos; en el año 2012 la cifra rondó los 300, contribuyendo a un descenso de más del 50%. La oferta de novilladas se ha visto reducida en un 75% en nuestro país desde el año 2007 y de 82 festejos a 55 festejos esta temporada, siendo el tipo de espectáculo taurino más lastimado por la crisis actual. En contraste con España, la alternativa la ofrece Francia con una estabilidad abrumadora. Mientras que en el territorio español los festejos caen en picado, en el país vecino los números mantienen una constante.

En los años 2010-2011  el 8,5% de los españoles asistieron a los toros, lo que supone un descenso respecto al 9,8% de 2006-2007. Los niveles de asistencia son significativamente superiores en los varones, 10,6%, que en las mujeres, 6,4%. Las mayores tasas de asistencia se registran en el grupo central de edades, de 35 a 54 años y en los más jóvenes.
Por autonomías, el 22,7% de las corridas de toros celebradas en 2012 tuvieron lugar en Andalucía, seguida de la Comunidad de Madrid, con el 17,9%, y de las comunidades autónomas de Castilla-La Mancha y Castilla y León, que acogieron el 12,8% y el 11,8%.

El mundo del toro no es siempre un negocio de millonarios. Los empresarios que regentan las principales plazas (Madrid, Sevilla, Valencia, Bilbao), y toreros como El Juli, José Tomás o Enrique Ponce, representan tan sólo un pequeño grupo de afortunados que realmente gana dinero.

En España hay un total de 2.950 plazas de segunda y tercera categoría, y esto sin contar las plazas portátiles. La mayor parte de los espectáculos taurinos dependen de los pequeños empresarios que regentan estas plazas. Ellos son los que organizan las corridas, las novilladas y los rejoneos en todos los pueblos y pequeñas capitales de España. El volumen de negocio que manejan estos empresarios es mucho menor que el que se mueve en las grandes plazas, sin embargo, representan la mayoría del sector taurino.

Es un negocio poco rentable porque los gastos de un empresario taurino en una corrida en un pueblo oscilan entre los cincuenta y los sesenta mil euros. Los ayuntamientos suelen ofrecer una subvención de veinte mil euros como mucho para que las entradas no cuesten más de 20 euros. Teniendo en cuenta que las plazas no se llenan, los ingresos por la venta de entradas no superan los treinta mil euros. Es suficiente sumar y restar para comprender lo que supone, en las circunstancias actuales, y en estos espectáculos el gasto añadido de transportar e incinerar los toros. 


Fuente: texto adaptado

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¿Qué opinas de la corrida? ¿Crees que se debería prohibir en el resto de España o por el contrario, que es parte de la cultura española y que supone un beneficio económico importante?

domingo, 20 de septiembre de 2015

EL PRÓXIMO 27 DE SEPTIEMBRE SE CELEBRARÁN LAS ELECCIONES AUTONÓMICAS CATALANAS...

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, convocó elecciones autonómicas anticipadas para el 27 de septiembre. Serán los terceros comicios desde 2010, lo que da muestra de la inestabilidad en la que se encuentra instalada Cataluña por culpa de la obsesión separatista de Artur Mas y sus socios. Estas elecciones son convocadas como una trampa política, otra más, para los catalanes. Legalmente solo serán unos comicios para elegir a los integrantes del Parlamento catalán. Políticamente, el Gobierno catalán quiere que sean unas elecciones «plebiscitarias» por la independencia, pero la independencia nunca podrá ser el resultado de estas elecciones, porque el Estado lo impedirá. Por tanto, Artur Mas consumará hoy otro más de los fraudes constitucionales y políticos que están llevando a Cataluña a la división interna. Muchos medios consideran este afán separatista como una estrategia para distraer a los catalanes de la corrupción y la mala gestión del gobierno de Mas.
¿Qué consecuencias económicas tendría una eventual separación de Cataluña del resto de España?

Grandes empresas se marcharían de Cataluña; La renta per cápita caería en 5.600 euros y se situaría por debajo de la media española; El PIB sufriría un brusco descenso del 20%; Se perdería uno de cada seis empleos.Incertidumbres políticas, tensiones sociales, desconfianza de los mercados, huida de inversiones, posibles fugas de capitales e introducción de una nueva moneda serían las primeras consecuencias.

Pero la realidad es más dura. Algunas empresas han avisado que se marcharían de Cataluña en caso de obtener la secesión, otras, en cambio, ya lo han hecho, el último conocido, el de la Jijoneneca ( fabricante de turrones y polvorones). El presidente de Volkswagen-Audi España, Ludger Fretzen, ha declarado que "Volkswagen-Audi abandonaría Cataluña en caso de secesión". Recordemos además que la empresa SEAT, pilar fundamental de la industria catalana, es filial de Volkswagen y vende la mayor parte de su producción en el extranjero por lo que es improbable que un sector tan competitivo como el del automóvil permaneciera en Cataluña si sus exportaciones se encarecieran con aranceles y otros costes suplementarios por los efectos de la salida de la UE. SEAT genera el 1,2% del PIB de Cataluña y el 5,1% del todos los empleos de la industria catalana. El presidente del Grupo Planeta, José Manuel Lara, una de las diez empresas más importantes de Cataluña, ha anunciado que "si Cataluña fuera independiente, "se tendría que ir". 

Cataluña registró en 2014 un saldo negativo de 385 empresas que trasladaron su domicilio fiscal a otras CCAA, principalmente a Madrid. Es la Comunidad de la que más empresas se han deslocalizado, coincidiendo con la etapa de mayor intensificación del proyecto secesionista de Mas. La tendencia continúa en 2015.

La caída en las ventas al resto de España de las empresas catalanas y el traslado en algunos casos de su actividad al resto del país en forma de deslocalizaciones tendrían obviamente su reflejo directo en la pérdida de empleos. Sólo la posible deslocalización de la actividad de SEAT supondría la pérdida de unos 40.000 empleos catalanes directos e indirectos. La separación de las empresas catalanas de su principal mercado de donde obtienen la mayor parte de sus ingresos, que es el resto de España, comportaría una caída del PIB de 25.584 millones de euros, el 60.53% del total de la caída de la riqueza prevista de Cataluña en caso de secesión. Del análisis del comportamiento relativo de las curvas de desempleo y el PIB en el caso de Cataluña, puede estimarse que la caída prevista del PIB catalán del 20.15% conllevaría una caída de la población ocupada en una estimación conservadora del 17,18%, lo cual equivale a 495.000 parados registrados adicionales a los ya existentes. En otras palabras, aproximadamente 1 de cada 6 catalanes actualmente con empleo podría perderlo.

Los estudios auguran una caída de las ventas catalanas al resto de España de más del 50% de media en los primeros cuatro años como país. 

Cataluña  se quedaría fuera de la UE, como han asegurado recientemente el comisario de la Comisión Europea, Joaquín Almunia, el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, y la vicepresidenta de la CE, Viviane Reding. La misma advertencia que se hizo a Escocia.

En ese caso, las exportaciones de las empresas catalanas a la Unión Europea, incluida España, quedaría gravado con un arancel cercano al 1,6% sobre el valor de la mercancía importada por los países de la Unión. Este porcentaje es el que se aplica en la actualidad.
Estas cargas harían aumentar los precios de los productos catalanes con lo que disminuirá la demanda de los mismos.

Contrariamente a lo que en ocasiones se piensa, el efecto más pernicioso para la economía catalana en caso de una hipotética secesión no sería tanto la salida de la Unión Euro sino la salida de España.

Pero, tal como señala el ex-ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, la independencia de Cataluña también afectaría profundamente al resto de España, que no podría "sobrevivir" en el euro, y ha asegurado que para los catalanes "ni España es el problema, ni la independencia la solución".

"No se puede concebir una España sin Cataluña, sería una realidad radicalmente distinta", ha aseverado el ministro, que ha insistido que "Cataluña no es una extremidad que se pueda arrancar del tronco".

El ex-ministro también se ha referido al anuncio del presidente de la Generalitat, Artur Mas, de que convocará un referéndum de autodeterminación si es reelegido, y ha afirmado que no contempla que un alto cargo del Estado pueda actuar incumpliendo la ley y la Constitución. "Nadie en el siglo XXI entendería que en una Democracia se pueda incumplir la ley", ha señalado Ruiz-Gallardón, que ha indicado que la respuesta al posible envite de Mas se encuentra ya prevista en la Constitución.

Para el ministro, el actual debate soberanista en Cataluña nace de la crisis económica y de los errores de los anteriores gobiernos, especialmente del tripartito, por lo que considera que la respuesta tiene que ser retornar a los principios del catalanismo.

domingo, 13 de septiembre de 2015

Los españoles son los trabajadores europeos que más horas trabajan al año

Los españoles trabajaron una media de 277 horas más que los alemanes en 2014, según datos del Instituto de Estudios Económicos (IEE) a partir de estadísticas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos OCDE, que sitúan el promedio de horas trabajadas en España durante 2014 en 1.690 horas, frente a las 1.413 horas de Alemania y las 1.379 horas de Holanda.

Parada de 40 minutos para comer

Ignacio Buqueras, presidente de la Comisión Nacional de Racionalización de Horarios Españoles, ha explicado que "esta racionalización nos beneficia porque viviríamos de una forma más intensa". Según Buqueras, con unos horarios de trabajo más flexibles sería posible la conciliación de la vida familiar y laboral y obtendríamos una mayor productividad. "Nos pasamos muchas horas en el trabajo", dice, y la productividad está a la cola de Europa. "Tenemos muy arraigada una cultura en la que lo importante es que el jefe nos vea en el trabajo hasta que él se marche". Sin embargo, Buqueras ha dicho que lo ideal es "optimizar el tiempo en el trabajo" y poder lograr los objetivos dentro del horario marcado.
Un horario, más europeo, que podría ser seguido por el 90% de la población comenzaría entre siete y media y nueve y media de la mañana y terminaría entre las cinco y las seis, con una parada de 40 minutos para comer y habiendo desayunado de una manera completa y correcta.

Datos curiosos: los horarios españoles para las comidas
Los horarios de comidas y cenas en España son diferentes a los de nuestros vecinos. Somos el país de Europa que más tarde se acuesta y, por eso también, los que nos levantamos por las mañanas con más ojeras. Fuera de España, la comida es ligera y la cena, familiar. Hace unos años una encuesta establecía que en España se cena de media a las 22:00 horas, frente a las 19 horas de Francia. Por añadidura, la jornada laboral es más larga y las horas de sueño más cortas que en otras naciones de Europa. Los estudios realizados hasta ahora recogen también que un 65% de los españoles permanece despierto más tarde de las doce de la noche, cuando en los países vecinos llevan tiempo de sueño. Los programas de televisión de más audiencia empiezan a las diez y media de la noche y acaban a la una de la madrugada. Son costumbres con un enorme coste en salud, bienestar y productividad que termina afectando sobre todo a la vida laboral de las personas.

Los horarios de las comidas de los españoles son vistos con incredulidad por parte de los europeos. Cuando un alemán se va a comer a las 12 del mediodía, un español puede hacerlo a las dos y media o a las tres de la tarde. En contra de lo que muchos piensan, no es una costumbre antigua. De hecho es bastante reciente. Tradicionalmente el almuerzo, la comida del mediodía, se realizaba en España alrededor de la una de la tarde. Sin embargo después de la guerra civil española (1936-1939) se agravó la situación económica de los hogares españoles obligando a los cabezas de familia a tomar un mínimo de dos empleos, una tendencia que ya se había empezado a dar desde mediados del siglo XIX. Generalmente el empleo base o fundamental consistía en una jornada de 8 a 10 horas. Puesto que el sueldo obtenido no bastaba para el sustento familiar se recurría a un segundo empleo, de menor duración generalmente. Todo ello teniendo en cuenta que lo normal era también trabajar el sábado. Puesto que la cuestión era aprovechar al máximo la mañana, los trabajadores pluriempleados tenían un bloque compacto de al menos ocho horas de manera que para cumplirlas se desplazó el horario de la comida. Por poner un ejemplo, un obrero X, de oficio mecánico, trabajaba en una fábrica de 6 de la mañana a 2 de la tarde, salía, almorzaba, y a las cuatro de la tarde se incorporaba a un pequeño taller de mecánica donde trabajaba cuatro horas más. Por ello lo normal era comer a las 3 de la tarde y cenar a las 10 de la noche. 

¿Cómo es el horario laboral de tu país?
¿Piensas que sería bueno que España adaptara el suyo al del resto de Europa?