viernes, 18 de noviembre de 2016

EL TURISMO, PRIMER SECTOR ECONÓMICO EN ESPAÑA

España tiene el sector turístico más competitivo del mundo
España lidera por primera vez el ranking mundial de competitividad turística que elabora el Foro Económico Mundial. El turismo español logra el podio internacional gracias a la riqueza de sus recursos culturales, sus infraestructuras y "la adaptación a los hábitos de consumo digitales", según señala el organismo, que analiza la industria vacacional de 141 países de todo el mundo. España ha escalado a gran velocidad puestos en esta clasificación mundial, ya que en la anterior edición de 2013 (el estudio se realiza cada dos años), ocupaba la cuarta posición. Y en 2011, la octava.
El estudio sobre competitividad turística que elabora el Foro Económico Mundial —organismo responsable de la organización de la reunión anual de Davos— analiza 14 áreas vinculadas al mundo del turismo y extrae una nota media para cada economía. España obtiene un 5,31 sobre 7, la mejor calificación de entre los 141 países analizados. Tras España, los países que mejores posiciones registran son, por este orden, Francia, Alemania, Estados Unidos, Reino Unido, Suiza, Australia, Italia, Japón y Canadá.
De entre los cuatro grandes bloques analizados en cada país para obtener la nota media, en el que mejor calificación recibe España es en el área referente a “infraestructuras”, donde suma 5,68 puntos, la segunda mejor calificación mundial. Le sigue el bloque de “recursos culturales y naturales”, donde obtiene un 5,64, la cuarta mejor nota del mundo, sobre todo gracias al patrimonio cultural. En este punto concreto obtiene el primer puesto mundial, que valora que los países tengan lugares declarados patrimonio de la humanidad, bienes intangibles de interés, instalaciones deportivas, turismo de negocios o una buena adaptación al entorno digital, por ejemplo, con respuesta a la demanda de información online sobre turismo.
En el apartado de “entorno favorable”, que hace referencia a aspectos como la facilidad para hacer negocios o el mercado laboral, España pierde muchas posiciones: obtiene un 5,31 sobre 7, lo que la coloca en el puesto 35 del mundo. Lastran este bloque, principalmente, sus malos resultados sobre productividad vinculada a los salarios en el turismo. Ocupa el puesto 125 de 141, en un apartado liderado por Hong Kong. La falta de flexibilidad del mercado laboral también sale mal parada, en el puesto 113.
Finalmente, en el apartado sobre “Políticas de viajes y turismo”, España saca un 4,66, la nota más baja de sus clasificaciones por bloque, pero buena en comparación con el resto de países, lo que permite colocarse en la octava posición internacional. En realidad pierde puntos por un aspecto concreto: en competitividad en precios aparece en el puesto 105 de 141. En este aspecto destinos como Egipto, Indonesia, Malasia o Túnez son las más aventajadas.
Entre las diez primeras posiciones mundiales de competitividad turística, seis están ocupadas por países europeos. Todos los países líderes destacan por sus infraestructuras, las condiciones de salud e higiene de sus establecimientos, y el grado elevado de apertura internacional. "De los grandes países emergentes, China (puesto 17) y Brasil (puesto 28) están entre las 30 primeras posiciones", destaca el Foro.
La revolución digital del turismo
En concreto, en el informe de 2015, según destaca el Foro Económico Mundial, "la posición de liderazgo de España llega gracias a la buena clasificación mundial en riqueza cultural (primer puesto), su habilidad para apoyar digitalmente las búsqueda de entretenimiento (cuarta posición) —una medición que refleja cómo el país se ha adaptado a los hábitos de consumo llegados con la revolución digital—, así como unas excelentes infraestructuras".
El organismo dedica este año especial interés a señalar la necesidad de que los países se adapten a las nuevas tendencias del turismo. Advierte: "Muchos países aún deben hacer más para enfrentarse a los retos pendientes del sector de viajes y turismo, lo que incluye las políticas de visado, una mejor promoción del patrimonio cultural, la protección del medio ambiente y el desarrollo de las tecnologías de información y comunicación (TIC). Esto a su vez podría impulsar el crecimiento económico y la creación de puestos de trabajo", señala en un comunicado Roberto Crotti, economista del Foro Económico Mundial.
El informe subraya la necesidad de que las economías se adapten "rápido" a "los servicios y el márketing online, mientras Internet en el móvil define cada vez más cómo los viajeros seleccionan, planificación y evalúan sus viajes". Recuerda, además, el potencial económico de las actividades turísticas: aportan ya casi una décima parte del PIB mundial y creció a un promedio de 3,4% anual durante los últimos cuatro años", frente al 2,3% de la economía mundial. "Indica la capacidad de recuperación del sector a las crisis económicas. En los próximos cinco años, el crecimiento del sector podría acelerarse al 5,2% por año, de acuerdo con el Consejo Mundial de Viajes y Turismo", recuerda.

 

El sector turístico español creció un 3,7% en 2015

Los resultados registrados por la actividad turística en 2015 confirman que este sector es el que más crece en la economía española y el que más empleo genera. El PIB turístico registró un avance del 3,7%, alcanzando los niveles máximos registrados en los últimos 15 años, según el balance del año realizado por Exceltur. Al final del ejercicio, aportó medio punto al crecimiento del PIB español, hasta registrar 124.000 millones de euros.
"El año 2015 ha sido francamente bueno. Todos los destinos y comunidades autónomas mejoraron sus resultados", ha afirmado hoy José Luis Zoreda, vicepresidente de dicha agrupación, en la presentación del informe "Perspectivas turísticas", que realiza un balance del ejercicio que acaba de finalizar.
Uno de cada siete puestos de trabajo creados en España en 2015 correspondieron al sector turístico, lo que supuso 73.343 nuevas ocupaciones, un 5,5% más que el año anterior, hasta aproximarse a los 1,4 millones de afiliados a la Seguridad Social.

Según destacó Zoreda, dos factores contribuyeron fundamentalmente al incremento de la actividad turística: la recuperación de la demanda nacional, que creció por encima del 5%, y al desvío de turistas extranjeros por la inestabilidad social y política de los principales competidores de nuestro país en el segmento de sol y playa.
Expuso que de los 2,1 millones de viajeros que perdieron en conjunto Egipto, Túnez y Turquía, al menos un millón se decantó por España.

Otros factores que también impulsaron el PIB turístico fueron la depreciación del euro, que propició un contexto muy favorable para incrementar el número de turistas procedentes del Reino Unido y de Estados Unidos, así como la recuperación de los viajes de negocios.
En el lado negativo, Zoreda señaló que se mantiene la caída del gasto medio por turista y que se suceden así 16 años en los que se mantiene esta tendencia, por la llegada de visitantes con un perfil de consumo más bajo.
A modo de ejemplo, el director de estudios de Exceltur, Óscar Perelli, indicó que en 2000 el gasto medio por viajero fue de 1.100 euros, mientras que al cierre de 2015 fue de 741 euros. No obstante, esta agrupación estima que al final del pasado ejercicio se registraron unos ingresos de 51.000 millones de euros, dato que tendrá que confirmar más adelante el Banco de España.

Expectativas turismo en España 2016
No podemos dejarnos impresionar únicamente por la relevancia del sector turístico en la economía española, su resistencia y su enorme potencial, ya que todavía existen algunos retos que resolver para no perder ese liderazgo. Potenciar una oferta turística menos estacional, fomentando otro tipo de turismo ligado a la esfera de negocios o a la gastronomía, es una medida necesaria para que el turismo en España continúe batiendo récords.
Nuestro país también se ha sumado al carro de las experiencias como mayor atractivo turístico, y lo ha hecho con maestría. Ningún país como España tiene una imagen tan reconocible a nivel internacional, pero a la vez tan distorsionada de la realidad.
Las estrategias de marketing turístico españolas se han centrado en anteriores décadas a la exaltación de tópicos como los toros, el flamenco, el jamón, la siesta y, por supuesto el sol y playa. El volumen de visitante que ostenta nuestro país es espectacular, superando los 48 millones en lo que va de 2015.
Pero España no se conforma con tener ingentes recursos turísticos, sino que quiere potenciar su imagen de marca como un lugar cosmopolita, variado, donde el arte y la cultura tienen un papel preponderante y en el que uno de los mayores atractivos es su gente.
El empleo de frases negativas para acabar con una sentencia firme, es una estrategia magistral en marketing. Es por ello por lo que muchas de las fotografías y vídeos de promoción turística de España, conjugan en recurridas ocasiones la frase “no necesito”. Desmintiendo tópicos o más bien matizándolos, la campaña de marketing turístico española crea en el espectador la necesidad de vivir las experiencias presentadas.
Todas ellas acaban englobadas en la frase “I need Spain” (yo necesito España). Tres palabras que transmiten a la perfección el objetivo de todo destino turístico: crear una necesidad y, por supuesto satisfacerla.

Fuente https://diegoturimarketing.com/2015/10/18/las-5-mejores-campanas-de-marketing-turistico-del-mundo/


¿Cuáles crees que son las ventajas competitivas del sector turístico español? ¿Qué aspectos crees que debería mejorar?

viernes, 4 de noviembre de 2016

Uno de los museos más populares de nuestra ciudad... El Santiago Bernabeu



El fútbol español en cifras

El fútbol profesional es un gran negocio. Nadie lo puede dudar. Lo dicen las cifras que se mueven alrededor del rey de los deportes. A día de hoy, el fútbol es considerado como la decimoséptima economía mundial. En España, el 1,7 del Producto Interior Bruto corresponde a un deporte de 42 empresas que dan forma a la Liga de Fútbol Profesional y que tienen un presupuesto de ingresos de 2.117 millones de euros, por 1.947 millones de euros de gastos.

El fútbol profesional crea 85.000 empleos directos e indirectos y aporta 9.000 millones de euros a la economía, sólo la quiniela supone 500 millones de euros al año, unos 13 millones de euros por jornada. Cada temporada acuden a los campos repartidos por toda España 14 millones de personas y otros 174 millones lo ven por televisión por todo el mundo. Lo dice la empresa auditora Deloitte y queda ratificado semana tras semana. Además, y según una encuesta del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) el 54% de la población española se considera seguidora del fútbol, siendo el sector de edad comprendido entre los 18 y 24, los más fieles con un 62%.

Detrás de este fútbol profesional, el que arrastra a millones de personas, hay otro imprescindible para que el fútbol de élite sea posible. Las estrellas que hoy valen noventa o sesenta millones de euros se iniciaron en campos de tierra, lejos de las masas de aficionados que siguen a las estrellas domingo tras domingo. Y es que el fútbol aficionado que da cobijo la Federación Española es el paso previo e imprescindible para ser alguien en un deporte que mueve pasiones y dinero por igual. El sueño se inicia con diez años y tras otros tantos de duro peregrinar sin la comodidad en la que viven los equipos de Primera, sólo los elegidos llegan a lo más alto. De los 780.000 aficionados que juegan al fútbol, tan sólo 1.000 llegan a jugar en Primera o Segunda y sólo un par de centenares tienen la suerte de convertirse en millonarios.

La dimensión social que en poco más de un siglo ha tomado el fútbol en España es notable
El fútbol,  deporte de equipo más importante en España por su número de practicantes, se ha convertido en un fenómeno que se relaciona con factores culturales, sociales, económicos e incluso políticos. Aunque suene a tópico, el fútbol es algo más que dos equipos de 11 personas persiguiendo un balón.
El mayor impacto del fútbol en España está en la televisión, donde logra audiencias enormes: el 15 por ciento de la población sigue de manera habitual el fútbol cada Jornada, cifra que se eleva a 20 por ciento cuando se trata de partidos de la Champions
La dimensión social que en poco más de un siglo ha tomado el fútbol en España es notable. Comenzó su recorrido nacional a finales del Siglo XIX y principios del XX, con la fundación de los primeros clubes: Athletic de Bilbao (1898), Barcelona (1899) y Real Madrid (1902).

El primer Campeonato de Liga en España se celebró en 1929, una fecha que marcó el inicio de una competición que iría ganando importancia y espectadores de forma constante durante la década de 1930 (con el paréntesis de la guerra) y 1940. Sin embargo, la verdadera explosión del fútbol en España se produjo en los años cincuenta, cuando la rivalidad entre el Real Madrid y el Fútbol Club Barcelona adquirió otra dimensión, y la dictadura del General Franco comenzó a utilizar este deporte como marco sustitutivo de la política. En ese entonces, el Real Madrid, dirigido por el empresario Santiago Bernabéu, se convirtió en un símbolo del Régimen, que a través de él proyectaba una favorable imagen internacional. Paralelamente, el Barcelona (o Barça) se convirtió en "algo más que un club de fútbol" , lo que significa que, para la población catalana, supuso un soterrado símbolo nacionalista.
Al llegar la década de 1990, la rivalidad Real Madrid-Barça fue superando tales dimensiones supra-deportivas, para convertirse en un espectáculo de masas de carácter global que ha concitado la atención de millones de espectadores en todo el planeta.
Cuando juegan el Real Madrid y el Barcelona no sólo compiten dos equipos. Simbólicamente también compiten dos ciudades que rivalizan por su prevalencia en el país, dos proyectos de estado (centralista y federal), asociados a dos identidades colectivas (española y catalana).

También supone una confrontación deportiva entre los empresarios  madrileños y catalanes, que participan en la gestión de sus respectivos equipos, y, por tanto, el choque directo entre dos modelos de gestión. Por un lado, se encuentra el modelo representado por el Barcelona, que apuesta claramente por la cantera del club, frente a Florentino Pérez, Presidente del Real Madrid y que contrata estrellas mundiales que refuercen la proyección del club en la esfera global.

El fútbol posee un peculiar ingrediente para lograr un potente atractivo social. Se trata de la visión de los futbolistas como "hijos del pueblo", que logran fortuna gracias a sus méritos, esfuerzo y compromiso.

La población se identifica con los jugadores, considerados una suerte de héroes a quienes es importante seguir. También hay que sumar la incertidumbre en el resultado, la estética del propio deporte e incluso de los equipos (cuyas camisetas se han convertido en emblemas), la dimensión en términos de ocio barato, factores que hacen del fútbol un espectáculo de masas con gran repercusión económica.

Por su parte, los medios de comunicación masiva han convertido al fútbol español en una máquina de marketing global. No sólo empresas de material deportivo buscan patrocinar este deporte; todos los sectores pueden encontrar rentable patrocinar a un equipo para identificarse con sus valores (trabajo en equipo, seguridad, credibilidad, etcétera) y lograr un aumento de sus ventas.

Los datos del Annual Review of Football Finance, correspondientes al 2010 y publicados por la consultora Deloitte, muestran que la competición futbolística española creció un 4 por ciento, lo que representó ingresos cercanos a los 1.500 millones de euros (unos 2.183 millones de dólares), sobre todo por el crecimiento del Real Madrid y el Barcelona. Ambos equipos fueron, por segundo año consecutivo, los que más dinero produjeron en el mundo.

Muchos de los clubes están presididos por grandes empresarios, representantes de las mayores corporaciones del país, también magnates del petróleo e incluso personalidades con tintes políticos, como el anterior Presidente del Barcelona, Joan Laporta, quien tras encadenar unos años de éxitos deportivos, anunciaba la formación de un partido político independentista cuando abandonó la Presidencia del Barça. Presidir un equipo de fútbol otorga notoriedad, fama y respeto social. Actualmente, todos los estadios españoles cuentan con palcos que son utilizados por las clases dirigentes para tejer relaciones, llegar a acuerdos y hacer todo tipo de negocios. El apoyo de personalidades de la política a los equipos de sus ciudades marca una relación equidistante donde los clubes obtienen ventajas económicas que los políticos (sobre todo alcaldes) esperan rentabilizar en votos, pues la simpatía por un determinado equipo de fútbol también cotiza en el mercado electoral.
El fútbol en España se ha conformado como un espacio simbólico; baste decir que casi el 85 por ciento de la población se siente muy o bastante orgullosa de los éxitos de la Selección Nacional.El Mundial de Sudáfrica supuso un gran éxito para España no sólo en lo deportivo, sino por la participación en la Selección de jugadores provenientes de todas las regiones del país, especialmente de Madrid, Barcelona y el País Vasco, lo que ha simbolizado un cierto triunfo en la unidad.
Consecuentemente, la arquitectura institucional del fútbol en España es muy peculiar: el Consejo Superior de Deportes está definido por ley como un organismo autónomo de carácter administrativo, a través del cual se ejerce la actuación de la administración del Estado en el ámbito del deporte. Está presidido por el Secretario de Estado para el Deporte, que es un cargo político nombrado por el Gobierno.

Finalmente, es necesario hacer referencia a un elemento característico de España y su relación con el fútbol  el hecho de que este deporte ha venido siendo un factor de distensión para una sociedad que aún no ha resuelto algunas cuestiones políticas fruto de su historia más reciente. Así, el fútbol en España también es un espacio para el debate social, un ámbito que canaliza las pasiones sin que ello afecte de sobremanera a la estructura político-institucional.

En definitiva, y parafraseando el conocido lema barcelonista, el fútbol en España es "algo más que un deporte".
Fuente: texto adaptado de El Confidencial


¿Estás de acuerdo con la afirmación "el fútbol en España es algo más que un deporte"? ¿Cuál es la consideración de este deporte en tu país? ¿Hay equipos rivales semejantes al Real Madrid y Barcelona en España?